martes, 29 de enero de 2008

Los proyectos de la Cuenca Minera, paralizados por la falta de PGOUs

Ninguno de los planes turísticos e industriales anunciados por Vía Atlántico y Rumbo 5.0 se ha puesto en marcha tras la venta de los terrenos de la antigua MRT y duermen en el cajón del olvido



La última subasta pública de terrenos de la extinta empresa minera MRT-SAL ocurrió en julio de pasado año. Entonces, un particular se hizo con la finca conocida como Los Ermitaños, el nombre de una aldea abandonada de la Cuenca Minera, que adquirió por 61.363, el 60 por ciento del precio que salió a subasta.

La finca, con una extensión de 22,7 hectáreas, se encuentra situada en el término municipal de Nerva aunque está muy próxima a Campofrío y la Compañía Nacional de Piritas. Serafín Lorenzo, el actual propietario de Los Ermitaños pujó por los terrenos para evitar especulaciones y para que el patrimonio minero no se pierda. Ningún ayuntamiento de la zona acudió a la subasta, ninguna otra administración se interesó por la oferta. Lorenzo lo hizo por motivos sentimentales y de conservación de la naturaleza. Razones muy distintas a las que esgrimieron en su día los compradores de otros terrenos de la antigua sociedad laboral, aunque hasta el momento han corrido la misma suerte: seguir formando parte del paisaje minero.
Los dos grandes proyectos para reactivar la economía de la zona duermen en el sueño de los justos. Felices se la prometía en zona hace ya dos años cuando dos grupos inmobiliarios adquirían un buen paquete de hectáreas y anunciaban actuaciones para la diversificación económica de la Cuenca y la creación de empleo. Compra y proclama de intenciones sirvieron de bálsamo ante el temor que se había suscitado en el entorno de que la venta iba a servir para fines especulativos. Con el paso del tiempo las expectativas han caído en saco roto y sin visos de que en un futuro inmediato llegue la tan deseada reindustrialización. Tan sólo el proyecto de reapertura de la mina que pretende llevar a cabo la empresa Emed Mining ofrece garantías.
Poco o nada se sabe de los planes de desarrollo propuestos por la sociedad onubense CYP Gómez Rubent y por Vía Atlántico. La primera, dedicada a la promoción inmobiliaria, adquirió la finca de Navalahuesa, ubicada en el término municipal de Campofrío con una superficie de 317 hectáreas, al llegar hasta el millón de euros,
el caso es que en la actualidad el proyecto de CYP Gómez Rubent permanece en el baúl de los recuerdos, pendiente de la redacción definitiva de las Normas Subsidiarias o del Plan General de ordenación Urbana (PGOU).
La sociedad Rumbo 5.0 adquirió el paquete de tres fincas (una de Minas de Riotinto y dos de El Campillo) que suman 1.197 hectáreas de la extinta MRT subastado el pasado 15 de diciembre de 2005 en Madrid por la Agencia Tributaria, en medio del desconcierto que produjo inicialmente al desconocerse los intereses que tenía para comprar los terrenos.
Los alcaldes de la zona habían anunciado su intención de expropiar las fincas mineras subastadas si no se presentaban proyectos serios. Lejos de ello, la falta de Planes Urbanísticos que los ayuntamientos tardan en desarrollar impide hacer efectivos la creación de parques empresariales y centros turísticos.

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