domingo, 3 de enero de 2010

En 1915 se registró en la localidad minera una intensa nevada

EDITADO EN HUELVA INFORMACION POR D. JOSE LUIS DOMINGUEZ (Viernes 23 de Junio de 2000)


Calle de la Huerta completamente cubierta por la nieve en 1915.

Mientras que se registra en Riotinto una intensa nevada en 1915, que adornó con su blancura los tristes paisajes mineros, la situació n laboral en las minas seguía siendo caótica. La compañía sólo daba trabajo a sus adeptos y en estas condiciones de falta de trabajo el sindicato se iba debilitando cada vez más. El periódico ‘La Provincia” estaba convertido ya, descaradamente, en portavoz de la empresa y atacaba dura y directamente a la organización obrera, para lo cual tenía una serie de ‘topos’ que le informaban en el acto de todo cuanto se comentaba, hablaba o gritaba en los círculos de sociedad obreris-tas o mítines. En este sentido destaca las crónicas enviadas puntualmente por María Ramírez López, que a estas alturas no sé aún si se trataba de una escritora real, un seudónimo o alguien que prestaba su nombre para que fuese utilizado por los propios redactores del periódico.
Y como un respiro a tan tensa situación aparece el 25 de abril una crónica insólita, como podía ser la celebración del ‘Día del Arbol’ en Riotinto, en la que para comenzar dice “que las personas que conozcan al pueblo de Riotinto y hayan recorrido algunas leguas de Norte a Sur y de Este a Oeste, creerán que es una paradoja, un hecho insólito, que se haya celebrado con suntuosidad la muy laudable fiesta del árbol”. Esta fiesta fue organizada por el ilustre Juan Jamenson, jefe de las Escuelas Evangélicas privadas de la compañía, y se celebró el 23 de abril, en un día que lucía el sol con fuerza, ante la explanada de las escuelas del Alto de la Mesa, donde acudieron 520 niños de ambos sexos pertenecientes a los colegios de Riotinto, Mesa, Valle, La Dehesa, La Atalaya y La Naya y a la que daba realce hermosas señoras y bellas señoritas.
“Empezó el acto con un elocuente discurso del profesor don Elías Gocimeno quien de forma amena, sencilla y clara expuso los innumerables beneficios que reportan a la humanidad los árboles y las diversas plantas, pidiendo a los niños que las cuiden amorosamente, con solícito cariño y que la respeten, puesto que de ellas dependen la salud de los pueblos”.
El precoz niño Manolo Chaparro Wert, leyó un discurso con una dicción amena, versando sobre la belleza de la floresta y lo que representa moral y materialmente para los pueblos la fiesta del árbol y acto seguido se procedió por todos los niños a la plantación de las semillas.Acabó la fiesta siendo invitados todos los asistentes con dulces, licores y refrescos, quedando todos muy complacidos por las atenciones recibidas.
En vista de lo bien que lo habían hecho estos improvisados agricultores, Mr.Browning tuvo la idea de ofreceles trabajo a estos mismos niños de las escuelas y también a mujeres para ir por esos montes pelados propiedad de la empresa minera, haciendo agujeros de una pulgada, con zachos y plantando las semillas en cada una de ellos, a cambio de una pequeña retribución, tan exigua, que los mismos obreros hicieron popular la frase de “gano en mi trabajo menos dinero que los niños de los piñones”.
Al poco tiempo los cerros se llenaron de pinos aromáticos que hicieron, además de embellecer el paisaje minero, que la compañ ía sacase la conclusión de que ya la agricultura era posible en estas tierras, por lo que podría muy bien ir suprimiendo las indemnizaciones a los agricultores de los pueblos limítrofes que venía haciendo desde que acabaron con las “teleras”.
El 12 de mayo publica el perió dico una nota escrita por el sindicato en el que comunica a sus afiliados que se va a constituir dentro de la cooperativa de las casas del pueblo de la cuenca minera una panadería en Nerva y una farmacia en Riotinto, para lo que hace falta iniciar las suscripción de acciones: “Fundemos triunfantes las cooperativas para combatir a la empresa en lo único que habíamos respetado hasta ahora para sitiarlas por todas partes”, finaliza diciendo la nota firmada por Egocheaga. Y Mr.Browning, mueve ficha, como ahora se dice, y responde con una carta dirigida a los alcaldes de Minas de Riotinto, Nerva y Zalamea que extractada viene a decir lo siguiente: “Ha llegado a conocimiento de esta dirección que los obreros tratan de establecer panaderías y farmacias en los pueblos de Riotinto, Nerva, El Campillo y Zalamea y el objeto de la presente es manifestar a Vdes., para que a su vez lo hagan llegar a los interesados, que la compañía está dispuesta a cooperar en tan plausible idea, y para ello mientras dure el precio tan elevado que actualmente alcanza la harina, la empresa devolverá a dichas panaderías el equivalente de lo que hayan abonado por el transporte de éstas por sus vías de ferrocarriles, mediante comprobación previa. Por otra parte, en cuanto al
establecimiento de farmacias, estamos dispuestos a vender los medicamentos que deseen comprar, a precio de costo, para que puedan ser adquiridos también por los demás obreros al menos precio posible. El director.- Walter J.Browning”.
‘La Provincia’rubrica la noticia con el siguiente comentario: “Esta carta constituye un precioso documento para la historia de las campañas de agitación que tan funestamente para los obreros y los intereses generales, realiza sin descanso el perturbador Egocheaga. Al odio que este hombre muestra contra la compañía procurando afligirle toda clase de perjuicios, la compañía responde con la alteza de miras que sobresale en la anterior carta”.

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