sábado, 23 de octubre de 2010

La sociedad minera va recuperando poco a poco su normal convivencia..( Año 1.921. 2ª Parte )

EDITADO EN HUELVA INFORMACION POR D. JOSE LUIS DOMINGUEZ EL VIERNES 27 DE OCTUBRE DEL 2000

Poco a poco la vida social y cultural de la población se va normalizando al irse cobrando ya los anticipos, que mediante el sistema de pago establecido mse le va anotando a cada trabajador en sus cartillas conocidas popularmente como del ‘Vale’, ideado por la empresa para que puedan recibir estos emolumentos, principalmente las mujeres de los obreros y empleados, que dicho sea de paso se revelan a la vez de grandes luchadoras, excelentes administradoras del hogar y educadoras de sus hijos, en las que el hombre minero ha delegado siempre un tanto egoístamente o por plena convicción de que lo hacían mejor ellas.

Así, todo normalizado, el teatro abre sus puertas y el fútbol, la pasión de los mineros, se sigue practicando, y hasta los ingleses juegan con los naturales sus “pachanguitas” en partidos que resultan incluso divertidos. Así nos cuenta el corresponsal, la crónica de un partido celebrado el 24 de abril en el campo de Mesa Pinos en el que resultaron vencedores los ingleses por el abultado tanteo de 6 a 4. Añade el cronista que “lo que más le llamó la atención fue el juego brillante de los jugadores británicos, quienes a pesar de los años (habían algunos que contaban con sus 40 abriles) y a pesar también del baile celebrado la noche anterior en el Club Inglés, combinaron magistralmente y marcaron seis tantos en menos de 30 minutos”.

El Casino de ‘La Unión’ ofreció un extraordinario concierto en el piso alto de su local en la calle Méndez Núñez en el que actuaron los siguientes profesores de música: G. Serrano Maiz, José Berdión, Liberato Iglesias, Antonio Rojas, Daniel Núñez, Rogelio Ortíz, Juan Medina, Julián Anguita, Francisco Olivós, Enrique Ruíz, Aurelio Pascual, Melitón Saenz, Manuelm Martínez, G. Serrano Delgado y Manuel mGil Gil. Terminado el concierto, la comisión organizadora regaló entre los asistentes una magnífica peineta Carey, una elegantísima sombrilla de seda, un rosario de oro de 18 kilates, dos botes de esencias, dos pulseras con colgantes y dos pulseras esclavas.

‘La Provincia’ publica traducido un comentario de la revista ‘The Times’ que dice como sigue: “Las relaciones entre la compañía de Río Tinto y sus empleados y obreros españoles mejoran cada vez más después de la prolongada huelga que sostuvieron. Como prueba de estas buenas relaciones consignaremos que hace poco, el director general Mr.Browning hizo un llamamiento a todos los empleados y obreros de todas las categorías, rogándoles en términos cariñosos, que hicieran lo posible por aumentar la producción, puesto que sólo de este modo podrá evitarse la reducción de gastos con la despedida de personal, en vista de la pésima situación angustiosa por la que atraviesa la industria minera por todas partes.

La contestación ha sido una carta firmada por los empleados y capataces de los departamentos, ofreciéndose para trabajar nueve horas en lugar de ocho, sin percibir aumento alguno de sueldo o de jornal mientras que dure la actual situación”.
Y agrega ‘The Times’ que “la perspicacia del obrero español de Río Tinto ofrece la prueba más palpable que las doctrinas bolcheviques no arraigan en España”.

Entre primeros de junio y mediados de agosto, una nueva preocupación se viene a sumar los múltiples problemas a los que se enfrentan los mineros, aunque esta vez sea por una cuestión a nivel nacional. España perdió parte del territorio, que tanto sacrificio económico y de vidas le había costado ganar a Marruecos durante los últimos años y alrededor de ocho mil marroquíes al mando de Abel-el-Kim infringieron una severa derrota a las tropas mandadas por el general Silvestre. Era el desastre de Annual.
Los soldados heridos y muertos en Melilla fueron numerosos, afectando naturalmente también a los pueblos mineros de la cuenca y las autoridades inmediatamente movilizan a la sociedad para recabar fondos que alivie en parte tanto sufrimiento.
La compañía de Río Tinto, escribe ‘La Provincia’ el 20 de agosto, es la primera en ofrecer sus servicios para esta causa y ofrece galantemente sus instalaciones y personal de su hospital en la capital para convertirlo en ‘Hospitalde Sangre’, en el cuál podrán recibir atención médica los heridos de Melilla que quepan en el mismo.


Vista del desaparecido hospital inglés en Huelva.

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