domingo, 28 de noviembre de 2010

El cabo Baltasar Queija Vega, hijo de Riotinto, primer legionario caído ( Año 1.921 3ª Parte )

EDITADO POR D. JOSE LUIS DOMINGUEZ EN HUELVA INFORMACION (Viernes 3 de Noviembre de 2000)

Siguiendo con la inquietud que vivía por estas fechas los pueblos mineros por motivo de los sucesos de Melilla, a primeros de septiembre se celebró una corrida patriótica a beneficio de “nuestros hermanos de Melilla”, organizado por comisiones
creadas para recaudar fondos en los ayuntamientos de Nerva y Riotinto. La guardia civil, la de seguridad, la municipal de ambos pueblos y la Cruz Roja colaboraron muy eficazmente en el esplendor de la misma, pagando incluso sus entradas el personal que estaba de servicio. Cuenta la crónica de esta corrida “que las preciosas divisas que lucieron los toros fueron expuestas en el café “Nuevo Mundo” de don Manuel Pavón y en la Sombrerería del Sr.Carmona; todas estaban primorosamente bordadas por distinguidas señoritas de Riotinto y Nerva en el taller de bordados, y todas ellas, junto con el alcalde de Nerva, don Andrés Domínguez de León y el ex-matador de toros Miguel Báez “Litri”,que para este fin llegó desde Huelva, ocuparon el palco presidencial.
Hermosísimas mujeres, con las clásicas mantillas, ocupan las localidades preferentes. En esta corrida de ahora torearon los novilleros Villodre, Romero y Navarrito quienes nada cobraron por su trabajo. El lleno fue absoluto y la recaudación un éxito”.

También con este fin benéfico se celebró en octubre en el Teatro Moderno una Velada Artística-Literaria-Musical, patrocinada por el ayuntamiento y organizada por distinguidas señoritas bajo la dirección artística de Lola Díaz Amengual, con la colaboración de una nutrida orquesta dirigida por don Gregorio Serrano. El Teatro aparecía bellamente adornado y exornado por Artemio Wert. Después de una sinfonía por
la orquesta, el Sr.Queija dió lectura a un trabajo literario de la señora Virtudes de Medio. Después intervinieron oralmente Antonio de Prada y M. Hermoso, pasando seguidamente a cantar una serie de couplets, dirigidas por Lola Díaz, las señoritas Anita Millán, Angeles Jaime, Paquita Trincado, Nieves García, Alicia García, Rosario Lancha, Paquita Millán y Coro, por este mismo orden.
En la segunda parte el Sr.Librero dio lectura a una serie de poesías escritas para este acto por el inspirado poeta onubense Rogelio Buendía y de un trabajo alusivo al acto escrito por el ilustre pedagogo don Manuel Siurot y nuevamente actuó el mismo elenco artístico que lo hizo en la primera parte, interpretando también con mucho éxito, otra serie de canciones.

El día 30 de noviembre fue un día mde luto para Riotinto. Falleció el culto médico de esta localidad don Jesús Chaparro Mora, a los 45 años de edad, no muy lejos en el tiempo del fallecimiento de su esposa Adelina Wert. Figuraba en la fúnebre comitiva del sepelio sus compañeros, los doctores Ross, Priesly, Molina Lancha, Juan José Fontenla, Serrano, García, Millán, Villadeamigo, Aspres y De la Cuesta; Durán, Pérez, Jiménez y todos los practicantes franco de servicio del hospital minero, nutrida representación de empleados y obreros de estas minas y representantes de los periódicos “El Liberal”, “Noticiero Sevillano” y “La Provincia”.
Muchas mujeres -comenta el corresponsal- lloraban al paso del féretro, dedicando este homenaje al que fue un buen médico, cariñoso amigo de todos y consuelo de desvalidos.

Por otra parte leemos en una revista de la Legión de la época la siguiente noticia: “La Legión Extranjera, al servicio de España en Marruecos, tiene ya su primer mártir, se trata del joven
Baltasar Queija Vega, nacido en Minas de Riotinto en 1903.


Baltasar Queija Vega, primer caído en la Legión el 7 de enero de 1921.

Ingresó con 18 años de edad en el Tercio Duque de Alba, al parecer por haber reñido con
su novia”.
Al Cabo Baltasar Queija en el acto del sepelio se le rindieron los máximos honores militares, por expreso deseos de Millán Astray y fue su muerte la que inspiró a su autor el himno “El Novio de la Muerte”. Y el mismo Millán Astray, en la revista “Nuevo Mundo” dice con respecto al desaparecido héroe en una entrevista y contestando a una pregunta que le hace el periodista sobre la clase de personal que tiene bajo sus órdenes en la Legión:
“También la Legión ha tenido su poeta, un gran poeta, Baltasar Queija de la Vega. Apoco de alistarse recibió la noticia de que había muerto su novia. Aunque era bravo como un león yo le ví llorar al leer la carta... Quise consolarle y me dijo:
“Mi teniente coronel, ¡ Ojalá que la primera bala que se pierda sea para mí !. Yaquélla noche, cuando hacía centinela en el Zoco El Arbaa, un “paco” hizo un disparo, uno sólo, y le acertó en el pecho a nuestro poeta.
Fue el primer legionario que enterramos.

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