viernes, 30 de diciembre de 2011

ADIOS 2011; HOLA 2012, ¿QUE ME TRAES?

Creo que no me equivoco si digo que este añito que termina ha hecho bueno al pasado 2010… Pero bueno, como es ley de vida, este año de crisis, elecciones, escándalos y demás ya se termina (a Dios gracias). Pero no pretendo hacer un resumen, que para eso ya están las televisiones… Me apetece hablar de los últimos instantes del año que termina.
Sin duda alguna, volverán a estar presentes las ausencias; quizás volverás a emocionarte con el recuerdo o con la inesperada llamada ( si la red lo permite). Pero lo que seguro que pasara es que recibiras ese gracioso mensaje en el móvil…. Hombre, a lo mejor no es gracioso del todo, pero si tu amigo/a se ha molestado en perder los primeros minutos del nuevo año en escribírtelo y enviártelo, digo yo que qué menos que, por lo menos sonreir ...¿no?.

Una cantidad ingente de vecinos nos obsequiaran con un hermoso espectáculo de luz, color y sonido de la mano de un bello y casero “castillo” de fuegos artificiales, la mayoría adquiridos en la prestigiosa pirotecnia “IAN CHIM PUM”, o lo que es lo mismo, en el chino de turno… Pero tranquilos, porque para estos casos esta la vigilante presencia de la madre o abuela (según los casos) que no deja de gritar: “Ten cuiiidaaaaaaaaaaaaaaaooooooo, que eres peooor que los niñoooooooosss”. Tú, desde la ventana ves la escena mientras alguien dice; como cada año; aquello de “Cualquier año de estos va a a pasar algo”
Sentados a la mesa, tu suegro ( en ocasiones también tu cuñado), te llama la atención de forma graciosa, entre alarmado y sorprendido por el tamaño que alcanza el “montón” acumulado en tu plato de restos de gambas y/o langostinos, a lo que respondes inocentemente: “ ¡Si no son miiiiiiaaaaaaaasss, es que se las he pelado a tu hijaaaaaa !... Si, ya…

La última discusión familiar del año tiene lugar mientras se discute en qué cadena vas a ver las campanadas… Hombre, para ver un reloj y oir doce campanadas, podríamos decir que cualquiera vale, pero a mí personalmente me gusta que sea en la primera; sí, como toda la vida. Y es en este momento preciso, cuando se toma la decisión correcta ( osea, verlas en la 1) cuando alguien recuerda las empanadillas de Mostoles, las capas de Ramon García, los modelitos de la Obregon, el frío que debe pasar la Igartiburu; el año en que Marisa Medina se equivocó ( que manda tacones que solo la recordemos por aquello y no por su trayectoria anterior).
Lo malo de ver las campanadas en los últimos dos años en la primera es que ya no podemos hacer las apuestas sobre de quien será el último anuncio del año que termina y quien será el primero en anunciarse en el que entra… Sí, estas apuestas también eran tradicionales, pero ya, con esa nueva televisión nuestra, no se ponen anuncios…ainsssssss, una pena, oiga…

Y entre vino, jamón y demás; llega la hora del ritual de las campanadas; que sí tienes que poner la alianza en la copa, que si escribe en un papel un deseo y lo quemas ( con el riesgo de incendio que ello supone debido a la gran cantidad de alcohol que flota en el ambiente, que como te caiga una chispa te llevas tres días ardiendo, fijo), que si te has puesto los calzoncillos, bóxer y/o “slips” rojos, que si esperate que está sonando el teléfono, que si cuelga que van a empezar las campanadas, que si niño estate quieto, que si ten cuidado con las uvas, que sí a ver porqué no las has pelado antes… Y como si estuviésemos entrenados para ello, comenzamos a tomarnos esas doce uvas ( por cierto, una curiosidad, tengo demostrado que la edad se me va notando según la cantidad de ellas que sea capaz de tomarme; de pequeño no podía comer más de tres, porque me entraba la risa tonta y contagiosa y me era imposible).

En fin, algo parecido a esto es lo que, probablemente ocurra en cada hogar, en cada casa…
Desde El Ático, mandaros un abrazo enorme a todos los amigos y amigas que me honran con sus visitas; un beso a los que siempre estáis ahí, a todos los que son y quisieron seguir siendo mis amig@s os deseo lo mejor para este nuevo año que comienza; y que tengáis salud y trabajo, paz y amor, “primi y tiva” ( coño, que chiste mas maaaalooooooooooo, juasjuasjuas)
Ea, lo dicho, que haya alivio y FELIZ AÑO.









2 comentarios:

  1. ¡Eres genial!. FELIZ AÑO NUEVO y un fuerte abrazo

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  2. Será porque aprendo de ti, Amigo. Saludame a la familia, especialmente a la "tita" Loli. Un abrazo y que se cumplan todos tus deseos.

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