UNA LUZ CADA VEZ MAS GRANDE

Estos días he asistido a momentos muy difíciles, he asistido a situaciones muy, muy duras; y he sentido los efectos devastadores de la más cruel impotencia… El ver que no puedes hacer nada por ayudar o por dar alguna solución me desespera.
A veces tengo habilidad de crear una coraza invisible que logra que no me afecte determinados asuntos, pero en este caso era imposible.

Me admira la capacidad de lucha de Marcos, pero también la de su familia. … y de sus amigos…
Esta guerra no se gana en poco tiempo, se han de ir venciendo batallas una a una, plantando cara cada día, sacando fuerzas de donde apenas las hay, capear y capotear a cada instante, siempre sabiendo lo que de verdad hay, pero sin perder de vista el pequeño, pequeñísimo haz de luz que se vislumbra en el horizonte.

Y sin desfallecer, apoyándose los unos en los otros, aferrándose en la fe, confiando en las buenas energías, agarrándose en lo que cada cual crea o confie, aquella ínfima luz se va haciendo cada vez mayor, y además de claridad, comienza a ofrecer calidez y consuelo.
He vuelto a descubrir el valor de un beso amigo, lo amargo de las lágrimas imposibles de aguantar, la desesperación de la impotencia, la alegría de la esperanza, la importancia de la familia, lo necesario de la lucha constante, el valor de un abrazo amigo… Como leí una vez en el blog de Doc:

Un simple abrazo nos enternece el corazón;
nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.

Un abrazo es una forma de compartir alegrías
así como también los momentos tristes que se nos presentan.

Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos
que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro
porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos.

El abrazo es algo grandioso.
Es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos
cuando no conseguimos la palabra justa.

Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño,
hace sentir bien a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma
porque siempre es entendido.

No debo pasar por alto la labor de los/as profesionales de nuestro Hospital, desde el primero al último, por supuesto; como tampoco debo ni puedo dejar de mencionar a todos los amig@s; comunes o no: que se están interesando por el asunto.
A Él le queda mucho por batallar, pero su familia y amigos estaremos a su lado, intentando empujar con él, animando a aquellos que desfallezcan en la larga lucha, le queda mucho por luchar, pero tambien mucho que disfrutar, y pienso que eso es su mayor revulsivo…
Para mí, el merece el mayor de los premios, y su familia el mejor de los regalos… Y su mujer, el mas bonito monumento…

Y en las largas horas donde la mejor noticia es que no hay noticias, uno se pierde en pensamientos de todo tipo y, de nuevo, te das cuenta de lo superficiales que somos a veces; preocupándonos por cosas banales, por temas y asuntos que, si los analizas serenamente apenas tienen importancia o no deberían ser la principal de nuestras preocupaciones…
No esperéis nunca para valorar lo que tenemos, como también le leía a Doc:

No esperes una sonrisa para ser genial…

No esperes ser amado para amar…

No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo…

No espere el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida…

No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar…

No esperes la nostalgia del otoño para recordar un conejo…

No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida…

No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte…

No esperes el dolor para pedir perdón…

No esperes la separación para buscar la reconciliación…

No esperes el dolor para curarte…

No esperes elogio para creer en ti mismo…

En fin, amig@s; seguiremos empujando hacia adelante, junto a él; amparándonos en la esperanza de que poco a poco la luz se está haciendo mas grande…