La marcha de Fidel al Benfica no termina de concretarse. Cuando no es un motivo es otro, la realidad es que el acuerdo casi cerrado no termina de concretarse. Entre los dos clubes el compromiso es total. Existe un acuerdo con las cantidades y las condiciones de cobro, pero ahora es el jugador el que no termina de estar conforme con la letra pequeña del contrato.
Según informó Onda Cero, el onubense quedó satisfecho con lo acordado el pasado mes de enero cuando se cerró la operación. Sin embargo, las conversaciones recientes mantenidas con la entidad lisboeta han despertado mucho recelo en el extremo izquierdo. Desde Portugal incluso se ha anunciado ya que el jugador ha pasado reconocimiento médico y que, por lo tanto, sólo falta que estampe su firma en el contrato. Si no lo ha hecho ya es porque no está conforme con la idea de militar directamente en el filial benfiquista durante la primera temporada. Lo que se planteó en su momento como una posibilidad parece ser ahora la intención firme de los portugueses, cuestión que retiene al jugador recreativista.
Así, según esta emisora, el albiazul ha decidido ralentizar las operaciones para pensárselo detenidamente. Su idea es la de formar parte de la primera plantilla o, al menos tener la posibilidad de intentarlo, desde su llegada al Benfica, fijada para el 30 de junio.
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