EDITADO EN HUELVA INFORMACION
El grupo empresarial andaluz Magtel ha comprado a Cajasol las instalaciones de Tubespa, empresa del metal ubicada en Minas de Riotinto cuya principal accionista era la entidad bancaria, para reactivar su actividad. La puesta en marcha está prevista para primeros de junio con un número de trabajadores a definir, pero que serán del personal de la antigua plantilla.
Estas instalaciones, que daban empleo a 69 trabajadores, cerraron después de que en agosto de 2010, Cajasol decidiera liquidarla, si bien la entidad firmó un acuerdo con Fiteqa-CCOO en octubre donde se contemplaba priorizar la reapertura de la empresa, según indicó el sindicato en un comunicado.
El pasado 22 de mayo Cajasol (Banca Cívica) firmó la venta de la antigua Tubespa al grupo empresarial andaluz Magtel, que reactivará la actividad en la factoría.
El sindicato valoró positivamente la reapertura de la citada empresa, y mostró su satisfacción porque una empresa andaluza apuesta por el empleo y por la Cuenca Minera, zona especialmente afectada por el desempleo. Por su parte, Magtel Industrial considera Huelva como "una ubicación privilegiada para satisfacer las necesidades de los clientes en tiempo y forma", por lo que ha decidido instalarse en la antigua factoría de Tubespa, "asimilando en la medida de sus necesidades la mano de obra local y experta del sector".
El cierre de la factoría de Tubespa en Minas de Riotinto el verano de 2010 sacudió aún más a una comarca de por sí maltratada por el desempleo, uniéndose así a la desaparición de otras empresas como Nature Pack, Río Tinto Plásticos y Nerva Croissant.
Los trabajadores de Tubespa realizaron a lo largo de 2010 una serie de movilizaciones que comenzaron en el primer trismestre del año, cuando ya se temía por un final traumático para sus puestos de trabajo. Entonces, un cambio en las condiciones de trabajo y los primeros retrasos en pagos de conceptos como las vacaciones provocaron la indignación de los trabajadores
Durante el mes de agosto se sucedieron las acciones de los trabajadores y los sindicatos, con varios plantes en las sedes de Cajasol, en protesta por la gestión del cierre realizada. Han pasado casi dos años hasta que la actividad tiene por fin perspectivas de continuidad con la venta a Magtel. Los ex trabajadores confían ahora en ser recolocados.
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