viernes, 14 de junio de 2013

Un ángel más para el cielo...( por Jesus Chaparro)

Aunque han pasado unos días; me llegan estas lineas, llenas de sentimiento, como recuerdo a nuestro amigo MARCO. Su autor, Jesus Chaparro, tiene a bien que  El Ático se haga eco de estas emociones plasmadas en estas líneas. Gracias Jesus.



 
Todo el pueblo, creo, de alguna manera u otra, hemos estado MUY pendiente de tu evolución y de tu lucha por vencer, Marcos. Has dado aliento a aquellos que de cerca conocen esta maligna enfermedad, y a tu familia, que siempre los has tenido a tu lado. Dios y en su nombre, tu Virgen del Rosario, a la que tanto has paseado por las calles de tu pueblo, te tendran en el lugar que te mereces, por bueno, por luchador, porque has ido aceptando tu destino con la paciencia y fé que sólo es condición de los hombres valientes. Descansa en Paz Marcos, te lo mereces, y mi más sentido pesar a la familia para sobrellevar este duro golpe. D.E.P.

Esta mañana, los costaleros que llevan a hombros a la Virgen del Rosario, todos los años, se han reunido y han esperado en la puerta del Aymto., el cuerpo ya inerte, sin vida, de su compañero Marcos, para llevarlo a hombros hasta la Parroquia donde se le ha celebrado el sepelio para dar, posteriormente, cristiana sepultura. Entornando los ojos, me pareció por un momento, que los costaleros llevaban a un ángel sobre sus hombros...y ¡claro que lo llevaban!, era Marcos que nos dejaba. Dejaba como huérfano a todo un pueblo, que esta mañana le ha rendido respetuoso homenaje y un adiós silencioso lleno de dudas por no comprender ciertas cosas...
 
Hacía tiempo que no participaba de un silencio con tanta carga de resignación, de pena y de rabia; silencio y lágrimas que su pueblo, el pueblo de Marcos, le dedicaba en una despedida irreversible y con el ruego de; "¡Marcos, desde el cielo, cuídanos!"..Esta mañana Marcos, tu pueblo ha llorado tu ausencia, te ha despedido rezando con todas sus fuerzas para que tu alma de "ángel costalero" esté ya donde corresponde a los hombres buenos.
 
Cuando tu ausencia se le explique a tu hijo, es probable que pregunte "si puede verte". Su madre le responderá; ¡mira!, ¿ves ese lucero que brilla tanto?, pues allí está papá, con su luz, su alegría y su sonrisa siempre para nosotros, nos está bendiciendo diariamente...
 
Es probable, que aunque no sepa por qué, tu hijo te dirá; GRACIAS PAPÁ.
 

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