jueves, 28 de agosto de 2014

SOBRE CORTA ATALAYA ( Por José Márquez Trigo)

Qué importa, ¿verdad?, qué importa... Si, total, no es nada nuevo para nosotros; nada que no hayamos visto antes, que no hayamos padecido antes. Somos como el mulo harto de vara, que ya ni le duelen los palos. Ahora le toca a Corta Atalaya, sin duda el símbolo indiscutible de toda la comarca minera que pronto se convertirá, si la lógica y la Ley no lo remedian, en una gran pec...era de extremófilos, porque la pela es la pela y los puestecitos esos son sagrados.

Pero no olvidemos que antes que a ella fue a un pueblo entero al que se tragó la mina, aunque claro, de eso hace mucho tiempo y nadie se acuerda ya de esas tonterías. Seguimos con nuestra desidia eterna, nuestro conformismo ancestral, nuestro mutismo cobarde (o, en su caso, interesado) y continuamos sin hacer nada, sin meternos en líos, no vaya a ser que nos "signifiquemos" (palabra muy tradicional en Riotinto), y mirando cómo se pringan los otros. 

 

No hemos aprendido nada. Dejamos que sigan desapareciendo nuestras referencias históricas, nuestros barrios (el estado del Alto de la Mesa, el primer barrio obrero que construyeron los ingleses está en una situación lamentable en todos los aspectos), dejamos por desidia que se degraden los lugares históricos, y hasta hay quien no ve bien que se recuperen y que se pongan en valor como patrimonio de todos nosotros que son, y un ejemplo bien claro de ello es el Cementerio Inglés. No cuidamos la esencia de nuestro pueblo, no presumimos de él. Al contrario. Que hay que reparar la torre de la iglesia, pues se repara, pero dejándola hecha una caricatura de cómo era, porque poco tiene que ver su estética actual con la que originalmente se construyó y que muchos conocimos.

Todo importa una mierda, nada tiene valor, todo puede cambiarse, que somos "mu moennos" los mojinos. Y ya la guinda del pastel ha sido la reforma del Ayuntamiento, que nadie duda que necesitaba pero que, de nuevo, nos borra de un plumazo la referencia, el recuerdo... Aunque bien mirado, quizás esa maldita reforma se haya hecho así a propósito, puesto que, al tener toda la estética de un tanatorio, puede que se trate de un mensaje subliminal sobre el futuro que le espera a nuestro pueblo de parte de los que tienen los remedios en sus manos.


 
  Y ahora le toca a nuestra Corta Atalaya. Nuestro símbolo, el paisaje hecho a mano... Qué más da ¿verdad? si, total, la Corta es tan solo un "bujero" que no sirve pa ná. Es lamentable. Es para llorar de impotencia.

Y a todo esto, qué dicen nuestros políticos locales y comarcales. Sí, esos que nos besan el culo cuando hay que ir a votar, esos que son parecidos a la chirigota aquella del Selu, "Y yo vi hacé, y yo vi hacé, lo que diga mi mujer", en este caso lo que digan sus superiores esos de los carguitos de más arriba. ¿Van a ser capaces de traicionar a su pueblo, a su Historia, a la memoria de nuestros antepasados, por recibir una caricia en el lomo de parte de otro que, a su vez, también va a recibir una caricia en el lomo de otro de más arriba? ¡Qué patético!. Porque aún, que yo sepa, no se ha pronunciado ninguno sobre este atentado anunciado a nuestra Corta Atalaya, excepto quienes han firmado su certificado de defunción, claro, que esos ya se han retratado y bien.

                             

 Yo les pediría que saquen esas energías que emplean para discutir y tirarse los trastos a la cabeza con los de casa (con sus adversarios políticos locales en este caso) para enfrentarse a sus jefes y negarse a ser cómplices de este crimen que a todas luces va a cometerse. Que cumplan la Ley y que hagan que los de más arriba la cumplan también. Que la Corta es un Bien de Interés Cultural protegido por la Ley y que es delito lo que se pretende hacer. Que hagan que las grandes empresas nos tengan respeto y que, aunque tengan mucho dinero, se atengan a las normas, a las leyes, y no vengan avasallando como han hecho siempre. Que no nos vendan por un plato de lentejas como ha pasado siempre en Riotinto y que protejan nuestra dignidad como pueblo y como Comarca. Que no crean en promesas, sino en realidades y que de una vez por todas la Comarca sea eso: COMARCA; que no tire cada uno de la soga en la dirección que le convenga en cada momento. Que la mina está en Riotinto, en la soberanía territorial de Riotinto, pero es de la comarca entera cuando lo que se pide es egoístamente trabajo, y deja de ser de todos si los problemas, como en este caso, son de otra índole que dan poco rédito político.
 

 En fin, que ahí está el problema, que nos quedamos sin Corta Atalaya por el chantaje de un futuro esperanzador que ofrecen encorbatados empresarios multinacionales pero ¿de cuantos años? ¿10, 12, 15...? ¿Y luego qué? ¡Ah, eso no importa, que cuando pasen esos años estarán otros en el silloncito y para ellos la pelota! Pero, no olvidéis nunca, queridos representantes actuales de los pueblos que, de consumarse esta barbarie, ustedes serán siempre los responsables y el tiempo os pedirá cuentas.

José Márquez Trigo
28 de agosto de 2014


TEXTO: José Márquez Trigo.
IMÁGENES: Internet

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